«Juntacadáveres», de Juan Carlos Onetti

Parte de la serie de novelas y cuentos que Onetti escribió ambientados en la ciudad imaginaria de Santa María, y con una narración oral que alterna la primera y la tercera persona, Juntacadáveres tiene como centro de la trama a Larsen, apodado justamente Juntacadáveres. Éste arriba a la ciudad con la decisión y el permiso por parte de las autoridades de montar un prostíbulo, el primero que se instala en Santa María. Las luchas entre el burdel y las organizaciones religiosas y tradicionalistas que pertenecen a la ciudad y pretenden destruirlo atraviesan toda la novela. La otra narración principal es la de Jorge Malabia, adolescente escritor que mantiene con Julita, la viuda de su hermano muerto (Federico), una relación afectiva un tanto turbia, debido a la demencia en la que vive la joven. Ella, a través de su relación con Jorge, revive su propia juventud e inocencia, transformando al joven en su marido muerto y volviéndose en sus fantasías ella misma una adolescente. Entonces, la relación Larsen-Santa María y la relación Jorge-Julita, son los verdaderos protagonistas de esta novela, y a través de ellas se articulan otros relatos paralelos, algunos de carácter independiente.

La ciudad, cargada de un moralismo hipócrita, rechaza la llegada del prostíbulo, que promete ser perfecto y asegura a sus clientes que consumiendo el servicio se llega a un estado de felicidad extrema. Pero a la vez lo celebra, dado que la concurrencia es permanente. El personaje del cura Bergner es una constante en las dos historias, con su tono apocalíptico y amenazante, y su figura de consejero. Junto con su sobrino Marcos lideran la cruzada en contra del burdel, acompañados por la Liga de Caballeros y las muchachas de la Acción Cooperadora, que representan la conciencia burguesa y fundacional de Santa María.

En la novela, la irrealidad y la hipocresía son los paisajes dominantes. Larsen fiola a tres putas viejas, cansadas, estropeadas (el apodo de Larsen deriva de ahí, dado que rejunta cadáveres para desarrollar su actividad como proxeneta), pero su burdel promete a los clientes la felicidad y el pleno placer. La relación entre Jorge y Julita es prácticamente un triángulo, ya que Federico es una presencia permanente, encarnado a veces en Jorge, debido a los delirios de Julita. La regresión hacia la juventud en búsqueda de un supuesto pasado feliz, y el desprecio o la indiferencia ante un presente triste u hostil está presente en gran parte de los personajes. Pero a pesar de esto Onetti no trata a sus personajes con lástima o con una mirada de falsa compasión, los muestra vivos a pesar de las situaciones penosas en la que están algunos de ellos.

onetti

La narración empieza con una llegada en tren de Larsen y las prostitutas, y termina con la ida de estos mismos personajes en otro tren, debido a la expulsión del gobernador. Empieza con un nacimiento (el del prostíbulo) y termina con una muerte (el suicidio de Julita, con el que cierra su vuelta a la inocencia). El círculo de creación-destrucción e inocencia-madurez cumplen un proceso, dado que Jorge decide abandonar la ciudad acompañando a Junta y las tres putas, dando punto final a una etapa de su vida.

La prosa en parte barroca, destaca los aspectos más decadentes y opacos de cada cosa. La trama angustiosa, y la deriva existencial en la que están los personajes, se unen creando una atmósfera espesa que asfixia. La maestría de Onetti consiste en crear en base a eso una novela viva, sí angustiante pero de ninguna manera gris o aburrida.